Juan Sanhueza (58) estaba desaparecido desde el pasado viernes y su cadáver se halló cerca de la Laguna Quiñenco, en Coronel. «En principio, se descarta la intervención de terceros», dijo la Fiscalía del Biobío.
El cadáver de Juan Roberto Sanhueza Anríquez, de 58 años, quien trabajaba como vigía del buque pesquero «Cobra», fue hallado este jueves en cercanías de la Laguna Quiñenco, en la comuna de Coronel. El tripulante de la embarcación de la Pesquera Blumar, indagada por una posible colisión con la lancha «Bruma», fue visto por última vez la mañana del viernes 4 de abril, luego de no presentarse a declarar ante la Policía de Investigaciones (PDI). Su familia presentó una denuncia por presunta desgracia ante la policía civil ese mismo día.
«En principio, se descarta la intervención de terceros» en la muerte de Sanhueza, dijo el fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena. Dada su función como vigía en la noche de los hechos, su testimonio «era de interés para nosotros», indicó la persecutora. Desde la PDI, en tanto, el subprefecto Enrique Guzmán, de la Brigada de Homicidios (BH), informó que «vamos a dar una teoría respecto a lo que ocurre».
La desaparición de Sanhueza se sumaba al complejo escenario que rodea la búsqueda de los siete pescadores artesanales del «Bruma», que permanecen desaparecidos.
El Gobierno confirmó hoy que el plazo de la búsqueda de los pescadores se va a expandir de manera indefinida, tras el temor de las familias ante un anuncio de la Armada, que fijaba el fin de las labores para este domingo. «Estamos en presencia de un hecho dramático, respecto al cual se ha desplegado desde el primer día toda al capacidad del Estado. Se ha abierto una causa por parte de la Fiscalía y la Armada está haciendo las investigaciones que le competen acorde a la ley, pero vamos a prolongar la búsqueda e iremos evaluando, cada ciertos días, las medidas adicionales», dijo el ministro del Interior, Álvaro Elizalde.
También se confirmó el hallazgo de las pertenencias de Juan Jorge Muñoz, uno de los pescadores desaparecidos tras el desastre. Los objetos se encontraron flotando en las cercanías de la isla Santa María, entre los que la familia reconoció una parca que Muñoz frecuentaba usar.