El Bono Base Familiar se posiciona como un beneficio clave para las familias que participan en los programas de Chile Seguridades y Oportunidades. Este subsidio, que asciende a $58 mil mensuales, se otorga de manera no postulable y tiene una duración de dos años consecutivos desde su concesión, siempre y cuando el beneficiario cumpla con los requisitos establecidos por la ley.
Este aporte, dirigido y entregado por el Ministerio de Desarrollo Social, está destinado especialmente a personas en situación de pobreza extrema. Las condiciones para acceder al Bono Base Familiar son claras. Los beneficiarios deben participar en el Acompañamiento Psicosocial (APS) o en el Acompañamiento Sociolaboral (ASL) dentro de los programas Familias, Abriendo Caminos, Calle o Vínculos. Además, es requisito indispensable que el ingreso per cápita mensual no supere los $45.572, según datos de CASEN 2009 y el Decreto N°30 del Ministerio de Desarrollo Social que regula la Ley N°20.595 sobre transferencias monetarias y el bono de protección. Asimismo, es necesario ser usuario de Chile Seguridades y Oportunidades.
La fecha de pago del Bono Base Familiar no está predeterminada, pero para brindar información precisa, Chile Atiende junto al Instituto de Previsión Social (IPS) ha habilitado una plataforma en línea. A través de Mi ChileAtiende, ingresando el RUT y seleccionando la opción «Consultar», los beneficiarios pueden conocer la fecha y la modalidad de pago de los $58 mil.
La distribución de este bono sigue un orden de prioridad específico. Primero, se benefician las madres de personas menores de 18 años o con certificado de invalidez. Luego, las mujeres mayores de 18 años que sean jefas de hogar o parejas del jefe de hogar, seguidas por aquellas mujeres mayores de 18 años que desempeñen el rol de dueñas de casa.
Posteriormente, se considera a los hombres mayores de 18 años que sean jefes de hogar, y finalmente, se incluyen otras mujeres y hombres mayores de 18 años, así como personas adultas que tengan a su cuidado a menores de 18 años. Este enfoque priorizado busca direccionar el bono hacia quienes enfrentan mayores desafíos en términos de responsabilidades familiares y necesidades económicas.