Rodrigo Lobos Marticorena, director del Colegio Luterano Concordia de Valparaíso, explicó por qué decidió suspender las clases ante el funeral.
Rodrigo Lobos Marticorena, director del Colegio Luterano Concordia de Valparaíso, criticó al Gobierno luego que su establecimiento debiese cerrar sus puertas ante un narco funeral realizado el martes en el sector de Playa Ancha.
La despedida de Camilo Rojas, conocido como el Ñaju, un hombre de 27 años que fue acribillado el 15 de marzo pasado en la subida Santos Ossa, generó temor en varios establecimientos educacionales de la zona, que decidieron postergar sus actividades por seguridad.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, aseguró que la ceremonia estaba calificada como un “funeral narco de mediano riesgo“, sobre el que se “había desplegado un conjunto de acciones”.
Por el cierre de los colegios, la autoridad precisó que “no fue una decisión del Gobierno” y criticó que se haya llegado a este extremo frente al temor por los hechos que rodeaban el cortejo.
“Hay que fortalecer los canales de comunicación porque había dispositivos preventivos, y había un operativo establecido para resguardar la seguridad. Por lo tanto, esas decisiones ya estaban tomadas previamente a la decisión de cerrar los establecimientos educacionales, que creo que no fue una buena decisión“, enfatizó.
Las críticas del director del colegio cerrado
Lobos Marticorena justificó el cierre de su colegio ante el narco funeral, asegurando que debió concretarlo al no recibir respuestas concretas de la autoridad sobre el resguardo del sector.
“Como colegio no teníamos mayor información al respecto (…). Entonces, decidimos suspender las clases para resguardar. Además, el lunes se estaban provocando barricadas en algunas zonas de Playa Ancha y cortes de tránsito. Paralelo a eso, la información era que el fin de semana hubo balaceras en la noche, en muchos cerros de Valparaíso. Con esos antecedentes pusimos sobre la mesa la seguridad de la comunidad educativa y decidimos cerrar“, expresó el director a La Tercera.
El docente añadió que “a mí no me gusta suspender las clases, pero la información que manejábamos era que podía haber algo peligroso. De hecho, fue un funeral con mucho resguardo. No estábamos equivocados. Entonces, si la autoridad nos asegura que no va a pasar nada, por supuesto que le creemos. Pero la información que teníamos era que podía suscitarse riesgo, y en base a eso es mejor no exponer a nadie”.
“Ante la desinformación generalizada y el temor de la comunidad educativa, nosotros decidimos la suspensión de clases. Ojalá que esta anécdota sirva para que los canales de comunicación fluyan de mejor manera”, complementó.
Sobre los dichos del subsecretario Monsalve, el director del establecimiento manifestó que “si dice que el evento no era para suspender las clases, me hubiera encantado que lo hubiera dicho el lunes, y así no suspendemos las clases (…) si ellos dicen que no era para suspender, dennos la tranquilidad, hagan que los canales funcionen, manden comunicados a los colegios. Hagan que los vecinos se sientan seguros“.