El análisis de Acción Educar mostró una fuerte reducción en el desempeño de los niños que sufren violencia verbal y/o física en sus colegios.
La violencia escolar se transformó en uno de los temas claves para tratar en el proceso de recuperación del sistema tras la crisis desatada por la pandemia de COVID-19, debido a que las evidencias comprueban que el mal ambiente en los colegios impacta directamente en el desempeño académico de los alumnos.
El centro de estudios Acción Educar realizó un análisis sobre la relación entre la violencia ejercida de manera frecuente contra niños y adolescentes en sus escuelas con su rendimiento en materias como comprensión lectora y matemáticas.
Para ello, el trabajo -que fue realizado por el investigador Manuel Villaseca– recurrió a datos como los puntajes individuales de 4° grado de enseñanza básica en lectura y matemáticas del Sistema de Medición de Calidad de la Educación (SIMCE), de los años 2017 y 2018, junto con las respuestas a los cuestionarios reportadas por los padres y estudiantes.
Además, se recurrió a la base de datos de beneficiarios de la Subvención Especial Preferencial (SEP), otorgada sobre la base de vulnerabilidad socioeconómica individual. También se incluyen las bases de datos de rendimiento académico a nivel individual y de matrícula a nivel individual del Ministerio de Educación (Mineduc).
Las causas de la violencia escolar analizadas no sólo incluyen el sexo y la edad; también abordan los trastornos de comportamiento, las dificultades motoras y los retrasos en el comportamiento, así como la falta de disciplina y la supervisión insuficiente por parte de los padres que están correlacionados con el comportamiento violento en alumnos.
El estudio estimó el efecto de recibir violencia en forma frecuente o, alternativamente, al menos alguna vez, sobre el rendimiento del estudiante en pruebas estandarizadas.
El impacto de la violencia en el rendimiento escolar
Con todos estos antecedentes, la investigación de Acción Educar determinó que un niño o niña que fue víctima de violencia verbal y/o física frecuentemente durante el último mes rinde, en promedio, 14 puntos menos en comprensión lectora (0,3 desviaciones estándar) y 7 puntos menos en matemáticas (0,14 d. e.) que el promedio de sus pares que no la han sufrido.
De estos resultados se concluyó que el efecto negativo de la violencia en los estudiantes impacta de manera más fuerte en comprensión lectora que en matemáticas.
En otros aspectos, el estudio señaló que la victimización violenta es más frecuente en los hombres que, al mismo tiempo, tienen peores resultados SIMCE en comprensión lectora y mejores en matemáticas que las mujeres. Otro factor podría ser la misma estructura de las asignaturas relacionadas a las pruebas.
Manuel Villaseca, autor del análisis, señaló que con estos antecedentes se confirma que “la crisis de violencia escolar actual va a tener notorios y significativos efectos sobre el rendimiento académico”.
“Si bien hay actos más violentos que otros, es importante notar que incluso niveles menores de victimización son perjudiciales para el logro educativo de los individuos. Esto debe ser un elemento a tomar en cuenta para la definición de políticas contra la violencia escolar”, señaló.
En este aspecto, el centro de estudios propuso tres acciones para abordar la crisis de violencia en las escuelas, las que se basan en la capacitación adicional para profesores y asistentes de la educación para abordar este tipo de hechos; involucrar a los padres y apoderados al momento de abordar los incidentes; y ofrecer apoyo adicional, financiero y político a las comunidades locales que estén fuertemente afectadas por la violencia al interior y en el entorno de sus establecimientos.