La pareja del Presidente Gabriel Boric abordó el futuro de lo que será su rol en La Moneda y lo que significa su experiencia en el Gobierno.
En conversación con La Tercera, tras arribar a La Moneda en marzo junto al actual Gobierno, Karamanos expresó que «lo primero es que ha sido muy positivo poder cumplir con el compromiso de innovar en este espacio del Estado. Estuvimos muchos meses revisando, conversando, analizando y mejorando elementos que son parte de la institucionalidad de la primera dama, porque queríamos evaluar cuáles eran los puntos clave donde se podía, por ejemplo, mejorar en términos de transparencia, de probidad, de democratización y profesionalización de sus fundaciones».
Tras el cambio en las fundaciones que la Coordinación manejaba, Karamanos señaló que esto «aumenta la posibilidad de que sea idónea la persona que preside la fundación, si es que cambiamos los estatutos. A diferencia del caso de una primera dama, que no necesariamente tiene una trayectoria demostrable en todas esas áreas».
«Creo que la figura de la primera dama en su versión institucional no se va a echar tanto de menos. No es aquella parte la que está en el imaginario de la gente. Creo que es más bien la parte de la cercanía al Presidente en tanto compañera, en tanto lo humaniza, la que genera empatía, lo hace accesible. Eso es un gran valor, solo que se ha concentrado mucho en la figura de la mujer, porque casi en la mayoría de los casos las que asumen este cargo somos mujeres», argumentó Karamanos.
«Al final de este proceso ya no seré la coordinadora sociocultural y en adelante seré Irina Karamanos. Pero lo más importante es que tengamos una nueva imagen de las posibilidades que tiene la pareja de un Presidente de, por supuesto, apoyarlo a él y al gobierno. Lo que cambia, en definitiva, es que por una parte no tiene injerencia institucional y, por otra, sí tiene la posibilidad de continuar con autonomía profesional, económica y actitudinal en algunos casos», detalló.
El asumir el cargo de Primera Dama «ha estado lleno de tensiones. Este es un espacio poco común para que una feminista decida entrar. Sin embargo, a mi parecer, estamos también desplegados como proyectos en distintas posiciones del Estado, en todas y muchos, generando cambios y que este espacio también era uno de ellos. Ha sido incómodo, pero creo que esa incomodidad es un buen indicador de que uno está en un espacio que está revisando activamente, entendiendo sus mecanismos, las partes que implican este rol. Y eso me ha dado la posibilidad y la tranquilidad también de poder cambiarlo», agregó la cientista social.
Las modificaciones en el puesto de Primera Dama generarán que Karamanos deje La Moneda aproximadamente a fin de año, junto a todo su equipo de trabajo.