En Chile los adultos mayores tienen la oportunidad de recibir un beneficio importante: la Pensión Universal Garantizada (PGU). Esta asignación mensual, que es de $214,296 y está ajustada según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), está destinada a brindar asistencia financiera a los jubilados que cumplen ciertos criterios.
Para ser elegible para este valioso recurso, los solicitantes solo deben cumplir cuatro requisitos básicos. En primer lugar, deben tener al menos 65 años, lo que demuestra el enfoque en apoyarlos en las últimas etapas de la vida. Además, se les exige no estar en el 10% más rico de la población, lo que garantiza que los bonos lleguen a quienes más los necesitan.
Un aspecto importante es el permiso de residencia en Chile por al menos 20 años, ya sea de forma continua o periódica a partir de los 20 años. Muestra un compromiso con el país en el tiempo, reforzando la idea de que el PGU es un reconocimiento al aporte de estos ciudadanos a la sociedad chilena.
Finalmente, el cuarto requisito del bono es que la pensión base sea inferior a $1.158.355. Este límite garantiza que el beneficio llegue a quienes más lo necesitan y complementa significativamente sus ingresos.

La solicitud del PGU se ha simplificado a través de cinco mecanismos gratuitos, que incluyen opciones en línea a través del sitio web y asistencia personal en las distintas oficinas de Chile Atiende y del Instituto de Seguridad Social (IPS). También se pueden realizar videollamadas para pedir ayuda, y la solicitud puede ser atendida por las AFP o municipios que tengan contrato con IPS. En definitiva, el bono de $214.000 es un recurso importante para los jubilados en Chile, y con solo cuatro requisitos básicos, asegura llegar a quienes más lo necesitan, reconociendo su aporte y compromiso con la sociedad.