La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) entregó durante este jueves un duro diagnóstico sobre la crisis que enfrenta Latinoamérica tras la pandemia de COVID-19, poniendo énfasis en los efectos “devastadores y silenciosos” de la interrupción de las clases presenciales en la educación.
En su reporte, la entidad con sede en Santiago, dio cuenta de un aumento de la pobreza y una agudización de las desigualdades en el continente durante este año, con leves avances que no lograron contrarrestar las demoledoras caídas en 2020.
«Después de un fuerte crecimiento de la pobreza y un leve aumento de la desigualdad de ingresos en 2020, a consecuencia de la pandemia por COVID-19, el 2021 dio cuenta de una reducción de las tasas de pobreza extrema y pobreza y un crecimiento de los estratos de ingresos medios, que no fue suficiente para revertir completamente los efectos negativos de la pandemia», afirmó.
En el detalle, Cepal proyectó que la pobreza regional en 2022 se ubicará en 32,1%, lo que se traduce en 201 millones de personas, y que la extrema pobreza será de un 13,1%, unos 82 millones de personas.
El complejo panorama en educación
El organismo internacional analizó en detalle lo ocurrido con las clases presenciales en América Latina, considerando que la región sufrió la mayor parálisis del mundo durante la pandemia, con un promedio de 70 semanas de cierre de escuelas en comparación con las 41 del resto de los países.
«Se destaca el impacto de la pandemia en el sector educativo -una crisis silenciosa como consecuencia de la muy prolongada interrupción de la educación presencial en la región y sus repercusiones en la pérdida de aprendizaje- que no fue abordado como parte de la respuesta inmediata frente a la crisis”, señaló el documento, según lo consignado por Gestión.
La Cepal enfatizó que “el impacto de la interrupción prolongada de la educación presencial es devastador”
José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la entidad, manifestó que “no se ha logrado revertir los impactos de la pandemia en materia de pobreza y pobreza extrema y los países enfrentan una crisis silenciosa en educación que afecta el futuro de las nuevas generaciones”.
Ante esto el representante internacional llamó a los gobiernos a incrementar su inversión en educación, para así revertir el complejo panorama en la región.