En los últimos días, la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) se adjudicó una serie de ataques incendiarios, en contexto del primer aniversario de la muerte de Pablo Marchant, dejando en claro que continuarán con esta serie de episodios sea cual sea el resultado del plebiscito de salida.
A través de un comunicado, la agrupación violentista calificó su actuación como «una serie de acciones de sabotaje contra las principales expresiones del extractivismo capitalista en distintos puntos del Wallmapu».
«Con estas acciones, además de recordar y homenajear la figura de Toño, reforzamos nuestra línea político-militar como organización revolucionaria, la cual se encuentra en concordancia con el proyecto estratégico de resistencia y reconstrucción del pueblo nación Mapuche que hemos impulsado durante décadas y por el cual Pablo Marchant dio su vida», indicaron.
En tanto, señalaron que «el extractivismo y la militarización en el Wallmapu no cambiarán bajo el gobierno de pseudo izquierda de Gabriel Boric ni con una nueva constitución, por lo tanto, como CAM profundizaremos nuestro proyecto estratégico tanto en lo militar, en lo político-cultural así como en lo productivo, intensificando las recuperaciones territoriales».
No dialogarán con La Moneda
Desde la agrupación terrorista enfatizaron que no están dispuestos al diálogo con las autoridades, indicando que «no podemos delegar nuestra lucha a cambios institucionales que históricamente han fracasado y han dividido a nuestra gente y a nuestro territorio, cuestión que se ha pretendido ininterrumpidamente durante los últimos 30 años hasta la actualidad por los sucesivos gobiernos neoliberales”, señalaron.
«En estos tiempos de confusión estratégica, donde se vanagloria a Chile como un país supuestamente en vías a la plurinacionalidad, el llamado es a la unidad y a la coherencia en la resistencia frontal contra el capitalismo y la persistencia colonial en el Wallmapu», sostuvieron.
En relación a la propuesta de nueva Constitución, la CAM fue tajante en apuntar que «la plurinacionalidad no es más que una aspiración vacía en la mente de pseudointelectuales indígenas, nostálgicos de izquierda y del nuevo aparato estatal que quiere atomizar a las expresiones revolucionarias y de resistencia de nuestro pueblo con políticas sin legitimidad territorial y sin la moral de haber reconocido la verdadera lucha autonomista mapuche”.
«La unidad en la liberación es nacional e internacional, con aquellos sectores que siguen en pie de lucha con dignidad y coherencia, ya que si bien las consecuencias del colonialismo y del sistema capitalista las hemos vivido en nuestro territorio, su dinámica es continental y mundial, cuestión que nos hermana en la resistencia con otras expresiones revolucionarias fuera del Wallmapu histórico», setenció.